El 02 de diciembre del presente año, será la presentación oficial de la Festividad de la Octava del Niño Jesús en la ciudad de Azángaro, a partir de la 10:00 de la mañana en la Plaza de Armas, con participación de los alferados de los distintos barrios, el párroco del Templo de la Virgen de la Asunción donde se encuentra el Niño, miembros de la Hermandad de la Octava del Niño Jesús (conformada por los devotos de la imagen), representantes de los conjuntos folklóricos y funcionarios de la Municipalidad Provincial de Azángaro.
Cabe precisar que el 09 de febrero de 2023, el Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la Festividad de la Octava del Niño Jesús, por constituir un espacio festivo que genera un alto sentido de comunidad y representación al integrar a los barrios, asociaciones, iglesia y gobierno local alrededor de la devoción al Machu Niño, figura que acompaña a los azangarinos como símbolo de unión familiar y devoción, al mismo tiempo que se mantienen prácticas propias de la ritualidad andina.
Mediante Resolución Viceministerial N.º 000046-2023-VMPCIC/MC, firmada por la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Janie Gómez, se declara a esta festividad que se desarrolla entre los días 30 de diciembre y 6 de enero, momento del año en que la comunidad azangarina rinde homenaje a la imagen del “Machu Niño”.
Esta imagen se encuentra custodiada en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, santuario principal de la ciudad de Azángaro, también conocido como el ‘Templo de Oro’, debido a las valiosas piezas de arte que alberga.
Según la tradición oral local, los antecedentes históricos de la actual celebración se remontan a las primeras décadas del siglo XX, cuando las celebraciones navideñas en Azángaro eran protagonizadas por múltiples agrupaciones de música y danza que veneraban la imagen del Niño Jesús, desde su víspera hasta el día de su procesión.
Hacia mediados del siglo XX, ocurrieron cambios en el calendario festivo promovidos por la familia de Justo Zambrano y su esposa Pastora Ñaupa, quienes debieron posponer las celebraciones de Navidad hacia el año nuevo, coincidiendo con la octava del Niño Jesús. Con el paso de los años, este nuevo calendario festivo se fue consolidando con la formación de nuevas comparsas de danzas y agrupaciones musicales.
La programación de las festividades incluye el desarrollo de actividades religiosas, presentaciones artísticas y ferias tradicionales. Para ello, se forma una comisión organizadora que se mantiene activa todo el año, con el fin de asegurar el adecuado desenvolvimiento de las celebraciones.