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Personalidades históricas

Pedro Vilcapaza (1741-1782) Nació en Morco Orco, a 20 kilómetros de Azángaro. Sus padres fueron Cleto Vilcapaza y Juana Alarcón. Estudió en el Real Colegio de San Bernardo del Cusco, y luego se dedicó al comercio. Amigo de José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru), planea con él una estratega rebelde para terminar con el yugo español,…



Pedro Vilcapaza (1741-1782)

Nació en Morco Orco, a 20 kilómetros de Azángaro. Sus padres fueron Cleto Vilcapaza y Juana Alarcón. Estudió en el Real Colegio de San Bernardo del Cusco, y luego se dedicó al comercio. Amigo de José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru), planea con él una estratega rebelde para terminar con el yugo español, en 1780. Convertido en su lugarteniente, se encarga de dirigir las tropas emancipatorias en Azángaro y Carabaya, actuando en colaboración con Diego Cristóbal Túpac Amaru. Sin embargo, no concreta su propósito de tomar Sorata. Un año después vuelve a intentarlo, pero también infructuosamente, pues los altos mandos españoles ofrecieron el indulto a los rebeldes y, tras ello, lo enfrentaron y vencieron.

Pese a ello, Vilcapaza no se rindió y continuó luchando por la dignidad de los suyos, siendo finalmente apresado y ajusticiado el 08 de abril de 1782. Torturado por ocho caballos, pereció arengando a su pueblo: “Por este Sol, aprended a morir como yo».

 

José de Satta y Bussi (1780 – 1815)

Su padre llegó a tierras altiplánicas en 1977, nombrado como Corregidor y Justicia Mayor de la Provincia. José de Satta se quedó solamente durante su primera infancia, luego vivió en Caracas, donde culminó sus estudios iniciales y se matriculó después en la Universidad de Caracas, en la especialidad de Filosofía y Derecho. En 1810 es nombrado Teniente de Infantería, y luego Capitán del Real Cuerpo de Artillería. A inicios de 1811, obtuvo el grado de Sargento Mayor, contribuyendo dignamente a la gestación del ejército libertador. Tal fue su ímpetu y brega, que el 5 de julio de 1911 firma la Declaración de la Independencia de Venezuela, junto con el Prócer Francisco de Miranda. En 1912 asciende a Teniente Coronel, asumiendo la Secretaría de Guerra (Ministerio) de la Confederación Venezolana (aliada a Nueva Granada), pero ese mismo año el Ejército Libertador es derrotado, obligándolo a retirarse a Panamá.

Allí es apresado y llevado a La Guayra, de donde sale en libertad en 1913; tras de ello, se traslada a la isla de Trinidad, cuando la campaña de Simón Bolívar se torna exitosa. Murió en 1815, con 35 años.

José Domingo Choquehuanca (1789 –1858)

Fue registrado como hijo de Roque Choquehuanca y María Mercedes Béjar, aunque su verdadero padre fue el canónigo Gregorio Choquehuanca. Estudió en Arequipa y en la Universidad San Francisco Javier de Chuquisaca, optando el título de Derecho y el de Abogado (1817). Luego de entrevistarse con José de San Martín, en 1821, forma la Logia de los 10 en Azángaro, en apoyo de la independencia del Perú. Luego, al paso de Simón Bolívar hacia el Alto Perú, en 1825, le dedica la arenga denominada: ‘La Oración de Pucará’, catalogada hoy como uno de los 10 más significativos discursos de toda la historia. Choquehuanca también fue diputado por Azángaro en 1826, presidente de la Junta Departamental de Puno en 1828, y subprefecto y prefecto. En 1832 es elegido senador; y participó en la formación de la Confederación Peruano-Boliviana, en 1836.

En 1933 publicó el ‘Ensayo Estadístico de la Provincia de Azángaro’, y luego un Reglamento de Minería. En 1845, en el Cusco, publicó ‘Régimen Complementario’.

Lizandro Luna La Rosa (1894-1964)

Conocido como la “Voz del Trueno y la luz del Relámpago”, fue hijo de Luis Felipe Luna y María Dolores La Rosa. Sus primeros estudios los hizo en Azángaro, la secundaria en el Glorioso San Carlos de Puno, y el nivel superior en la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, (Universidad Agraria). Tras retornar a su terruño, se casa con Sofía Chávez.

Sus obras principales son: “El Puma Indomable”, “Choquehuanca, el Amauta”, “Templo Oro de Azángaro”, “Bronce Conmemorativo”, “Tierra Prócer”, “Morgue” y “Zampoñas del Kollao”, todas de mucho valor histórico y literario. Como publicista dirigió, con Ángel Aparicio, el pícaro «Don Cencerro», así como otras publicaciones. Su biblioteca personal albergó 1300 volúmenes que luego pasaron a la Biblioteca Municipal de Azángaro; asimismo, tenía una hermosa colección de trajes de danzas autóctonas.

Siendo también un gran autodidacta, hay mucho material que ha dejado inédito y que merece ser conocido, publicado y difundido, pues prueba el gran amor que sintió por Azángaro.

Ezequiel Urviola (1895–1925)

Sus primeros estudios los realizó en Azángaro y la secundaria en el Colegio San Carlos de Puno. Luego fue a Arequipa, donde concluyó estudios de abogado en la Universidad San Agustín. Tras ello, se dedicó a la defensa de los campesinos y, luego de la revolución de Rumi Maqui, participó activamente en los movimientos campesinos de Puno de 1917, 1923 y años siguientes. Se dedicó entonces a organizar a los campesinos que buscaban su reivindicación, redactó proclamas muy encendidas, las cuales se publicaron en diversos periódicos locales y nacionales. Por estas acciones, el amauta José Carlos Mariátegui lo calificó como «la primera chispa de un incendio por venir.»

Se presentó después ante el presidente Augusto B. Leguía, junto a una delegación de campesinos, vestido como ellos, y sorprendió a la sociedad limeña por su capacidad intelectual.

En el ambiente cultural, perteneció al grupo literario puneño «Bohemia Andina», con el que impulsó la escenificación de la obra teatral «La noche de San Juan».

Manuel Núñez Butrón (1900-1952)

Estudió en el Colegio San Carlos de Puno y luego premédicas en la Universidad San Agustín de Arequipa; concluyó sus estudios universitarios en Barcelona (España), graduándose en Medicina el 17 de marzo de 1925. De vuelta en el Perú, ejerció su profesión en Huancavelica, Azángaro, Huancané, Lampa y Juliaca. En 1933 crea la doctrina sanitaria “Rijcharismo” (del quechua Rikchari, que quiere decir ‘despierta’), la cual difunde por medio del vocero Runa Soncco (‘Corazón de hombre’). Esto le generó problemas con el orden establecido y enfrentamientos con quienes despreciaban al poblador andino, sufriendo por ello incomprensiones y persecuciones. Pese a ello, continuó indesmayablemente con la labor que había asumido.

Debido a esto, Manuel Núñez Butrón es considerado hoy el Precursor de la Medicina Rural a nivel nacional e internacional. En reconocimiento a su gran trabajo, el hospital regional de Puno lleva hoy su nombre.

Carlos Cornejo Roselló y Vizcardo (1919-1979)

Excelente médico, director del Área Hospitalaria del Altiplano de Puno, llegó también a ser alcalde de Puno. Uno de sus principales aportes a la cultura andina fue el rescate de importantes danzas, como los carnavales de Arapa, Ichu, Capachica, el Pucllay de Santiago de Pupuja, los Machutussoj, Pantominos, los Tucumanos o Mula Mula. Su apasionamiento por el arte lo llevó a fundar la Agrupación Puno de Arte Folklore y Teatro (APAFYT), que no fue otra cosa que una escuela artística donde muchísimos puneños y puneñistas contribuyeron a ubicar al Arte de Puno en el más alto pináculo de la Cultura Nacional e Internacional.

Una de sus frases más recordadas es esta: “Si Puno es la Capital del Folklore Peruano, Azángaro es la Capital del Folklore Puneño”.

En el ámbito de su profesión, por 10 años continuos planteó estrategias para que la asistencia de salud tuviera su soporte en una Administración Pública Sanitaria Puneña, de modo que el Estado se situara de manera real al servicio de la población.


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