Octava del Niño Jesus
Es la fiesta patronal más importante del norte de la región. Azángaro al cerrar el año e iniciar el próximo es la viva expresión de celebración de la fe católica; el homenaje al Niños Jesús dura tres días, largas horas de júbilo, entusiasmo, religiosidad y de jolgorio popular.
Al día de hoy, es la mayor fiesta de Azángaro, aunque su tradición se remonta a 1958. Fue Justo Zambrano Cabrera, acompañado de su esposa Pastora Ñaupa Camacho, quien a finales de aquel año sorprendió a los azangarinos con los festejos de la Octava del Niño Jesús. En ese marco, hizo detonar troyas desde su vivienda hasta el templo de Oro de Azángaro.
Desde entonces, la “Tierra Prócer” se viste de gala y participa de las actividades programadas para tal propósito. La primera de ellas, usualmente, se realiza el 11 de diciembre y es el lanzamiento de la Festividad. Dos días después se comienzan a realizar las misas de apertura de cada conjunto participante, y el 27 se desarrolla el concurso de ballets folklóricos.
Luego, el último día del año, se realiza la gran retreta de bandas desde el majestuoso cerro Choquechambi. Esta actividad fue impulsada por el padre Salvador Apaza Flores, en el 2006. Horas después, en la tarde, se lleva a cabo el gran concurso de bandas, en el estadio “César Raúl Carrera Hercilla”, y en la noche se hace la recepción del año nuevo.
Cabe añadir que, desde el 2013, danzas como morenadas, diabladas, sayas, sicuris y waca waca, las que hacen más de 15 conjuntos, algunas de las cuales son acompañadas de las mejores bandas peruanas y bolivianas, participan de las actividades de la también denominada “Fiesta del Machu Niño”.